EL NACIMIENTO DEL CRISTIANISMO  Y
                EL ARTE PALEOCRISTIANO EN ANDALUCIA

                  El CRISTIANISMO EN EL IMPERIO ROMANO

La religión oficial romana era politeísta, veneraban a distintos dioses y creían que el favor de los dioses era necesario para garantizar la seguridad del país. Los Cristianos, creían en un Dios único que nada tenía que ver con los dioses romanos, es por ello que los líderes romanos consideraban que el Cristianismo se oponía, no solo a la religión oficial sino porque suponía una amenaza para el estado no venerar a los dioses romanos.
Este hecho, ligado a que la mayoría de seguidores del Cristianismo eran plebeyos o esclavos propició que el estado comenzara una persecución irracional contra los Cristianos. Estos se veían obligados a practicar su religión en secreto en los entresuelos de la ciudad, en las denominadas catacumbas. De lo contrario eran capturados por legionarios romanos y arrestados, la mayoría de ellos perecían de diversas maneras, la más escalofriante era la muerte en la arena del coliseo. Se dejaba a un grupo de Cristianos en el centro del Anfiteatro y se soltaban leones que finalmente los devoraban.
La persecución más conocida sobre los Cristianos fue llevada a cabo por Nerón. Se dice que fruto de la locura, el Emperador prendió fuego a la ciudad de Roma en el año 64 a.C. con el objetivo de reconstruir ciertas zonas de la ciudad como él quería. Los rumores de que había sido el propio emperador el causante del incendio propiciaron que Nerón acusara a los cristianos como culpables de que Roma ardiera y comenzara a perseguirlos y masacrarlos.
En el siglo IV, el cristianismo prosperó como nunca antes. El emperador Constantino desempeño una función importante en el cristianismo, al que apoyo aparentemente desde el 312, cuando su ejército debía librar una batalla crucial contra Majencio en el puente Milvio, que cruzaba el río Tíber al norte de Roma.De acuerdo con una historia tradicional, al entrar en una batalla decisiva tuvo la visión de una cruz cristiana con la leyenda: “Con este signo, vencerás”. La tradición prosigue que habiendo ganado la batalla, Constantino se convenció del poder del dios cristiano. A pesar de que no fue bautizado sino hasta el final de su vida, en el año 313 promulgó el famoso Edicto de Milán, por el que oficialmente se toleraba la existencia del cristianismo.
Después de Constantino, los emperadores fueron cristianos, con excepción de Juliano (360-363), quien trató brevemente de restaurar la religión politeísta greco-romana tradicional. Sin embargo, él murió en una batalla y su gobierno fue demasiado corto como para causar algún efecto.
Bajo Teodosio, “el Grande” (378-395), el cristianismo fue declarado la religión oficial del Imperio Romano. Una vez en poder del control, los líderes cristianos utilizaron su influencia para proscribir las prácticas religiosas paganas. El cristianismo había triunfado.
En Hispania, el Cristianismo se asentó pronto, hacia el siglo II, penetrando  desde Roma y sobre todo desde el Norte de África, de cuyos talleres se advierte fuerte influencia en el arte paleocristiano andaluz.
               
                      EL ARTE PALEOCRISTIANO EN ANDALUCIA

El legado paleocristiano andaluz es pobre, reduciéndose a restos incompletos  y  piezas descontextualizadas. Una de las representaciones de Cristo más antigua es la imagen de un pastor con un carnero sobre los hombros. En Andalucía se conservan 3 ejemplares de los cuáles uno de ellos es el de la casa de Pilatos de Sevilla que es el más bello y el mejor conservado. El Cristianismo adopta esta iconografía  de la Antigüedad clásica, como una reinterpretación de Jesucristo como Buen Pastor. . La escultura como les decía, presenta una escala equivalente a la mitad del tamaño natural, en ella se advierte cierto movimiento  frente a la frontalidad de otras figuras del mismo tema, tales coma las halladas en Gádor (Almería). El gran interés y valor de la misma de este tipo de escultura radica en los escasos hallazgos, contando Andalucía con tres de ellos. Los otros dos ejemplares se encontraron en Gádor  y se conservan en el Museo Provincial de Almería. Ambas piezas, de la misma época, están incompletas y dispuestas del mismo modo, con la mirada hacia el frente.
         

 
                           

- Los Relieves de los Sarcófagos Paleocristiano

La escultura cristiana primitiva cultiva casi exclusivamente el relieve. Salvo algunos labrados en marfil de pequeño tamaño, esos relieves son los de los  sarcófagos, cuyo empleo es la natural consecuencia de la inhumación exigida por las nuevas creencias. La composición de esos relieves es muy variada. Unas veces, como en los sarcófagos paganos, la historia ocupa toda la altura de su frente, pero también con frecuencia, para contener mayor número de temas, se divide en dos fajas horizontales. Son los llamados de friso y de doble friso. En unas ocasiones los personajes se suceden sin solución alguna de continuidad, pero en otras se introducen columnas, generalmente con frontones y arcos alternados que forman así una serie de intercolumnios muy adecuados para separar las escenas: son los sarcófagos de columnas. Esto sucede incluso en algunos sarcófagos de dos cuerpos. Hacia mediados del S. IV se da un tipo de sarcófago en el que las columnas son reemplazadas por árboles cuyas copas al unirse forman una especie de nichos u hornacinas.
 En España se conservan alrededor de 30 sarcófagos, completos o fragmentados, muchos de los cuales proceden de la Bética, es decir, de Andalucía. Los más antiguos datan del siglo IV después de Cristo. En Andalucía se conservan varios ejemplares, entre ellos destacan el  sarcófago de Carteia en el Museo de Cádiz, el sarcófago del Museo de Córdoba y el sarcófago de Martos (Jaén) .

        



                         
 

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